Y cuando nunca te has enamorado o nunca has querido a alguien de verdad es cuando no sabes realmente lo que puede sentir una persona enamorada. La mayoría de la gente si que ha sentido esa sensación de enamorarse de alguien, y cuando digo enamorarse es enamorarse de verdad, y no eso que está hoy en día de moda de que te gusta una persona y ya al día siguiente no te gusta, no, eso no es enamorarse. Enamorarse es querer tanto a una persona que harías lo imposible para que esa persona sea feliz, es que su felicidad depende de la tuya, si esa persona está mal tú estás mal, y si esa persona es feliz tu eres realmente la más feliz del mundo. Es que cuando esa persona te sonríe y tu le devuelves la sonrisa hace que tengas una sonrisa puesta en la cara las 24 horas del día, es querer hablarle día si y día también, quieres saberlo todo sobre él, también es que por cada pequeño detalle que haga se te queda en la memoria y lo recuerdas a cada momento, cualquier tontería o cualquier palabra que te guste se te queda gravada. Es sentir que estás tocando el cielo cuando estás a su lado, cuando te abraza, te besa, te acaricia... Y sobre todo, cuando sientes que esa persona siente lo mismo por ti, se preocupa por ti, te ayuda, te anima, te hace sentir especial todos los días, momento a momento, y sabes que esa persona es la ideal para ti, sabes que esa persona debe estar en tu vida. Enamorarse también es que las horas se te conviertan en segundos cuando estas hablando o al lado de esa persona, y cuando no lo haces, esas mismas horas se convierten en días. Enamorarse es una sensación preciosa, pero solo si eres correspondido. Enamorarse es estar soñando, pero no en un sueño cualquiera, sino en un sueño en el que no quieres despertar nunca.