Y aquí sigo como si todo estuviera igual que antes. Engañándome a mi misma de que estoy bien, feliz, que nada me afecta y que lo he superado, cuando en realidad, todo eso es mentira. Sé muy bien ocultar el dolor tras una sonrisa, y así nadie sabrá como me siento. Aunque parezca que no te quiero, en realidad, te sigo queriendo más y más cada día que pasa, y ¿Sabes porqué? porque me enamoré de ti, de la forma en la que me tratabas, en lo cómoda que estaba junto a ti, esa forma en la que me hacías reír sin parar con todas tus tonterías y esa forma, en la que empecé a sentir tanto por ti, en tan poco tiempo. Y ¿Sabes otra cosa? nunca voy a olvidar todo eso, y cuando digo nunca, es nunca. No podría olvidar todos esos buenos momentos, esos únicos momentos que he pasado contigo, con la persona de la que me enamoré, y hasta ahora, sigo enamorada. Es más, no los quiero olvidar, quiero tenerlos siempre presentes dentro de mi, pero lo que quiero hacer es que, cuando los recuerde, no me duelan. Quiero recordarlos pero sin tener que soltar una lágrima al respecto. Una lágrima dolorosa que significa dolor, significa que aún le quiero sabiendo que sus sentimientos hacia a mi ya no son los mismos. Tengo ganas de, que cuando le vea, poder sonreír de verdad, y no esa sonrisa falsa que le pongo siempre que le veo por los pasillos del instituto, esa "falsa sonrisa" que oculta que aún le quiero, que le necesito, que quiero que esté conmigo todos los días, que me quiera y me vuelva a dar todo el cariño que un día el me daba.
Te hecho de menos.