-¿Y cómo estás? según tu sonrisa, ¿le has olvidado ya, verdad?
+Genial, si, por fin he podido olvidarle.
-Sabía que me dirías eso, ya te conozco y sé como eres, sé que eres una chica fuerte y por ese mismo motivo ocultas ese dolor que tienes tras sonrisas. Lo sé, sé que es así, y tú eres la que lo sabe mejor que nadie. Hay veces que deberías de dejar lo de "ser fuerte" hacia un lado, y desahogarte siempre que tú lo necesites, no te escondas tras una sonrisa falsa. Ya sé que no te gusta llorar delante de los demás, que prefieres hacerlo cuando tú estás sola, pero a veces, el mejor desahogo es llorando en el hombro de las personas que te quieren, te comprenden y te ayudan.
+Y ahora te pregunto yo...¿cómo sabes que de verdad estoy dolida?
-Como te he dicho, te conozco, no se te nota para nada, lo sabes ocultar perfectamente, porque sabes aguantar muy bien el dolor.
+Así es, pero sabes perfectamente que no puedo llorar delante de alguien, es más, no me sale. No me gusta contagiar a la gente de mis problemas, y menos llorando enfrente de alguien, que le causo a la otra persona sentirse mal también. No, yo seguiré estando como hasta ahora, no me gusta ir a algún sitio y llevar cara de tristeza, no soporto que la gente me esté diciendo a cada momento si "estoy bien" cuando se sabe que no lo estoy, o ese tipo de comentarios que se dicen para animar a alguien, que, al fin y al cabo, nada de eso sirve.