Soy de las que piensan que si de verdad has querido a
alguien no puedes olvidarle, por mucho que lo niegues, por mucho que te lo
jures, por mucho que digas nunca más. Aunque quieras alejarte lo más posible,
no se puede olvidar. Quieras o no, algo o alguien, te va a volver a llevar al
pasado, y en ese pasado se encuentra esa persona. Puedes intentar cambiar
de vida, de ciudad, de país, que si de verdad has querido, no puedes olvidar. Y
eso poco a poco te mata, te reconcome por dentro. Porque no va a dejar de
importarte, por mucho daño que te haya hecho, seguro que en cuanto le
recuerdes, por algún extraño motivo te va a a salir una estúpida sonrisa en la
cara. Las heridas se cierran, pero las cicatrices no se borran. Tal vez
no hayas podido vivir con el, pero tampoco sabrás como sobrevivir sin él. Eso
es amar. Amar es perder algo y no dejar de añorarlo aunque no este en tu vida,
aunque ya no forme parte de ti
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