Grande, sábado muy grande. Sabía que ellas no me iban a defraudar. Después de mucho tiempo esperando ese momento, mis queridas chicas vinieron a la fiesta y como siempre, me animaron, me dieron cuerda para continuar.
Fue una noche un poco caótica, borracheras, risas, caídas... Chicos imposibles…En fin, tampoco se puede pedir mucho más, pero son esas cosas que te hacen continuar, que te hacen tener esperanza. Que sé que me ayudarán cuando lo necesite, me escucharán, me animarán y nunca me defraudarán... Son ellas las que me dan la vida.
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