En este blog no pretendo que tus ojos lean lo que quieren leer, solo expongo mis más sinceros pensamientos, mis dudas, mis sueños, lo que siente mi corazón en este instante. Desahogarme de esta forma creo que es más fácil que estar callada.

martes, 7 de mayo de 2013


¿Sabes? Estas últimas semanas apenas he dormido. ¿Sabes por qué? Porque no quepo en mí de felicidad. No quiero soñar por miedo a que no sea contigo y olvidar lo que ahora mismo vivimos. Aquella noche todos se reían, como siempre. Pero allí estaba yo, sentada en una desgastada silla de madera, en mitad del centro, rodeada de conocidos, fingiendo sonrisas. Forcé risas y miradas alegres. Ellos me miraban y contaban cosas, yo les escuchaba pensando, ¿podéis contagiarme esa felicidad?  Y ahí te vi, caminando tan tranquilamente, hablando y riendo. Tan normal como el resto de amigos que me rodeaban y tan diferente a la vez... una sonrisa se dibujó en mis labios y deseé conocerte. Mis ojos te buscaron el resto de la velada, intentando encontrar a aquella persona que me había hecho sonreír de verdad por primera vez en muchos meses. Desde ahí todo ha crecido, más y más. Tú y yo, mis sentimientos & los tuyos. He olvidado el pasado, arrancado esa hoja llena de tachones y he empezado a escribir una de nuevo contigo. Tras esas sonrisas han venido muchas más y sigo sin fingir ni una sola... Lo que importa no es el tiempo que pasas con esa persona sino la intensidad de los sentimientos. Podría pasarme la vida con alguien y no quererla, o pasar dos días con otra y no poder vivir sin ella.  No quiero que te vayas nunca, quiero que sigas pintando sonrisas en mi rostro y que algún día dejemos de ser esclavos del tiempo y la distancia... pero para eso tendrás que prometerme algo, que te estarás siempre junto a mí. Siempre. ¿Te atreves?

No hay comentarios:

Publicar un comentario