Llegas tú,
como la primera nevada y te presentas en mi vida sin avisar, sin llamar a la
puerta. Me das un beso, puede que dos y ya me gustas. Me coges la mano, me
susurras un par de tonterías y ya te quiero. Dices que me amas, y sin comerlo
ni beberlo también siento yo lo mismo, me enamoras.
Pasan los días, los meses a tu lado y yo siento que, como en la canción, me voy a morir de amor.
Y un día resulta que tienes dudas, que no sabes lo que sientes, que no quieres atarte a nadie. Y me abandonas, me dices adiós y yo me quedo con cara de gilipollas, sin habla y temblando, me caen dos lagrimones de los ojos. Pienso: << ¿Ha valido la pena? >>
Pasan los días, los meses a tu lado y yo siento que, como en la canción, me voy a morir de amor.
Y un día resulta que tienes dudas, que no sabes lo que sientes, que no quieres atarte a nadie. Y me abandonas, me dices adiós y yo me quedo con cara de gilipollas, sin habla y temblando, me caen dos lagrimones de los ojos. Pienso: << ¿Ha valido la pena? >>
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