En este blog no pretendo que tus ojos lean lo que quieren leer, solo expongo mis más sinceros pensamientos, mis dudas, mis sueños, lo que siente mi corazón en este instante. Desahogarme de esta forma creo que es más fácil que estar callada.
viernes, 25 de mayo de 2012
Se ha conectado. Abres su ventana de
conversación, sonríes al ver su foto de perfil en pequeñito al lado de la barra
de tareas.La abres, y la minimizas. No la quitas del todo, la dejas ahí, a la
esperas de ver ese circulo verde con un 1 en medio, señal de que esa persona te
ha hablado. Esperas. Cambias tu estado, tu tablón lo actualizas cada 2 minutos,
te etiquetas en 5 fotos, te unes a 10 páginas y empiezas a ponerle comentarios
a todos sin razón, simlemente para que, cuando él le de a actualizar, te vea,
vea que estás conectada. Tus visitas suben como la espuma, está claro que estás
la primera. Continúas con estos cambios, abandonando a los demás que sí que
tienen tiempo para hablarte. Cierras su ventana, indignada. Pero bajas la lista
hasta su nombre, observando si sigue ahí. Hasta que no puedes más y la vuelves
a abrir, a la espera de si eso consigue algo. Nada. Los demás siguen hablando,
impacientes. No respondes, no tienes ganas. Sólo lo esperas a él.
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