Pulseras Rojas. Una de las series más emotivas que he visto
en mi vida. Es una serie que me encanta, que no me la pierdo ningún lunes y
aparte la vuelvo a ver veinte veces más por internet. Me encanta ver como niños
de mi edad luchan por la enfermedad que tienen con ayuda de sus familiares y
sobre todo de los amigos que han hecho en el hospital. Doy gracias por no estar
así y esta serie ha hecho darme cuenta de la vida que tengo, que hay que darle
gracias a Dios por no estar en esa situación, y mandar apoyo a todos los niños
que están enfermos y pasándolo mal. Felicito al director de la serie y a todos
los actores que participan, que gracias a ellos esta serie está funcionando y
tienen muchos espectadores. Animo a todos a que veáis esta serie, es preciosa,
aunque a veces es triste. ¡Arriba pulseras!
En este blog no pretendo que tus ojos lean lo que quieren leer, solo expongo mis más sinceros pensamientos, mis dudas, mis sueños, lo que siente mi corazón en este instante. Desahogarme de esta forma creo que es más fácil que estar callada.
lunes, 27 de agosto de 2012
No entiendo porqué las personas mayores nos siguen tratando
como niños pequeños. Sé que solo tengo 16 años, y que aún me queda una larga
vida por delante, pero lo que quiero decir en este texto esque las personas
mayores ven mal que tengamos novio. Siempre están diciendo las típicas frases
de: “Aún eres muy joven para tener novio” “Tienes edad para disfrutar solo con
las amigas” “Ya tendrás tiempo para echarte novio” Esas típicas frases me
hartan, no entienden que aunque tengamos menos edad también tenemos
sentimientos, pero veo que no lo entienden, no nos entienden. Nuestros padres
suelen decirnos que podemos contar con ellos para todo, que nos van a ayudar,
que nos van a dar consejos para ayudarnos, Pero, ¿Cómo quieren que le contemos
nuestras cosas? Si le sacan defectos a todo, sé que ellos quieren lo mejor para
nosotros, pero como no nos entienden pues nada. Ellos quieren que seamos unos
chicos muy muy buenos, estudiosos, cariñosos, que ayudemos en todas las tareas
de casa, que no nos echemos novio hasta los 18, que no bebamos ni fumemos, que
no vallamos a las discotecas, que nos recojamos a una hora determinada… así
sería una vida aburrida y a nosotros no gustan los retos. Como he dicho, no nos
entienden.
¡Hola! ¿Te acuerdas de mi? Alomejor no me recuerdas, porque
ha pasado mucho tiempo, pero te lo cuento para que hagas un poco de memoria.
Cuando éramos pequeños, nos juntábamos de vez en cuando tu grupo y mi grupo en
la playa, y a veces coincidíamos. Y pues me gustaste, sé que aún éramos
pequeños, pero me pareciste un chico muy mono. Te sigo dando más pistas, mi
casa está una calle más para debajo de tu casa. Recuerdo un verano, que era
fiesta, y en la calle de atrás hiciste un baile, me hacía mucha gracia como
bailabas, más que nada porque no te sabías los pasos y entonces improvisaste.
También recuerdo que pasaste por al lado de mi casa y me saludaste con un
¡Hola! y sonreíste con esa preciosa sonrisa, recuerdo que hasta llevabas
aparato. Pues pasó el tiempo, y cada verano que iba a la playa no te veía.
Hasta que este verano te vi, y tu me viste. Te vi en la playa pero no te diste
cuenta de que yo estaba, porque en verdad no sé si te acordarás de mí, yo me
acuerdo perfectamente de ti, y también me acuerdo de tu nombre, yo creo que tu
del mío no. Esa misma noche, sobre las 12, pasaste solo por mi calle, yo estaba
con el móvil pero me giré y te vi y me miraste, actué como si nada, y seguí
mirando el móvil, pero no podía apartar la vista y volví a mirar y te revolviste
otra vez a mirarme. ¡Qué ilusión! Una persona no se da la vuelta para mirar dos
veces así porque así. Cada vez que salgo al porche miro para tu casa haber si
te veo. Tan guapo como siempre.
Hola. ¿Te acuerdas de mi? Soy Natalia, aquella chica que
viste en la discoteca y que te pareció muy guapa, aunque yo ni siquiera te vi.
¿Recuerdas cuando empezamos a hablar? En realidad, me pareciste un chico muy
mono, pero no te lo dije, me dio vergüenza. Tampoco te dije que con solo 16
años ya empecé a querer de verdad, y en tan poco tiempo eso solo lo has
conseguido tú. Alomejor te parece raro, porque a verdad que te empecé a querer
muy pronto, cuando ni siquiera te conocía. Eres muy especial, y espero que lo
sigas siendo. No quedan chicos así como tú, porque junto a ti me he sentido muy
bien. La vergüenza y el miedo desaparecieron porque me hiciste sentir bien. Te
puede parecer una tontería, pero no me canso de decir que te quiero, que quiero
que vuelvas, que sé que puede haber una pequeña esperanza. Adiós, te quiero.
Aunque parezca que ya te he olvidado, en realidad no es así.
Pienso en ti segundo a segundo, cuando me levanto y cuando me acuesto. Soy una
persona que parece que no tiene sentimientos, aunque en verdad, todo lo tengo
por dentro y no lo saco para afuera, y la gente no se da cuenta de que si estoy
triste, feliz, enfadada o como quiera que esté. Odio a esas personas que me
dicen que no tengo sentimientos, a esas personas me dan ganas de pegarle una
buena hostia, si una hostia bien dada. Que no saque mis sentimientos no quiere
decir que no los tenga. No me gusta estar llorando delante de gente y que las
personas estén encima de mi, diciéndome las típicas frases de: ¿Estás mejor? Venga no llores, que no es
nada. Hay muchos peces en el río. No te merece. No llores más. Odio
esas frases, y encima hago que las personas que están apoyándome lo pasen
también mal por mi culpa. Sé que no lo hacen con mala intención, porque es mi
gente y no le gusta verme así, lo entiendo, y se lo agradezco, los quiero
mucho. Pero aún así, prefiero llorar a solas, donde nadie me vea ni me moleste.
Creo
que tengo una esperanza. Si si, una pequeña esperanza para que todo vuelva a
ser como antes. Solo lo quiero a él, el ha sido y es el primer chico al que he
querido de verdad, con el corazón, con el que me dejé llevar para no meter la
pata, con el que me ilusioné tanto que hasta yo misma me hacía daño. Él ha sido
el motivo de mi dolor, de todo lo que sufrí y de todo lo que lloré. Pero ahora,
tengo una pequeña esperanza para volver a intentarlo, el destino nos da una
segunda oportunidad, y eres tú quien decide si seguir a delante.
miércoles, 15 de agosto de 2012
Bob Marley dijo: "Ella no es perfecta. Tú tampoco lo
eres, y vosotros dos nunca seréis perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al
menos una vez, te hace pensar dos veces, si, admite ser humana y cometer
errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti. Ella no va a recitarte poesía,
no está pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe
que podrías romper. No le hagas daño, no la cambies, y no esperes de ella más
de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando
te haga enojar y échala de menos cuando no esté. Quiérela con todo tu ser.
Porque no existen las chicas perfectas, pero siempre habrá una chica que es
perfecta para ti."
domingo, 5 de agosto de 2012
Vamos a volar a tres metros sobre el cielo, que
digo tres metros, a cuatro mil metros!, vamos a reír hasta que los ojos
lloren y la cara nos haga daño. Vamos a correr hasta quedar exhaustos
del cansancio y apenas tengamos aliento. De 24 horas, divirtámonos 26.
Vamos a ser felices aquí y ahora, porque este es el momento, nuestro
momento.
Las personas necesitamos soñar, viajar a un lugar donde todo
es posible, donde tu mandas. La verdad es que los sueños al fin y al cabo son
deseos ocultos, que no pueden ver la luz, soñar con el chico que te gusta, que
consigues tu meta...Incluso en los sueños más raros, hay un secreto por
descubrir. En cambio las pesadillas reflejan nuestros miedos mas terribles,
pero a la vez, según como lo mires, te ayudan a ser precavidos. Yo soy de las
personas que piensan que sin los sueños, este mundo no existiría.
viernes, 3 de agosto de 2012
Si lo piensas bien, no soy demasiado complicada, y
tampoco nada del otro mundo.
Me considero de las personas que duermen como una marmota, cuentan las rayas de las baldosas de la calle, de las que miran el cielo y dicen: Hoy no va a llover y disfrutan de la última onza de chocolate del paquete como si fuera la última en la vida. No soy de las que ve el vaso medio lleno porque sencillamente no creo que exista ningún vaso, y si lo hay, siempre me preguntaré porqué rayos es un vaso y no una copa o una maceta. Soy de las que se entretienen en pensar cosas que nadie piensa. Pertenezco a ese grupo de personas que a veces sonríen y no saben por qué, a ese grupo de personas que canta en la ducha. Admito que soy de las que dije “lo haré mañana”, “nunca jamás me enamoraré”, “acabo en un segundo” y jamás lo cumplí.
Me considero de las personas que duermen como una marmota, cuentan las rayas de las baldosas de la calle, de las que miran el cielo y dicen: Hoy no va a llover y disfrutan de la última onza de chocolate del paquete como si fuera la última en la vida. No soy de las que ve el vaso medio lleno porque sencillamente no creo que exista ningún vaso, y si lo hay, siempre me preguntaré porqué rayos es un vaso y no una copa o una maceta. Soy de las que se entretienen en pensar cosas que nadie piensa. Pertenezco a ese grupo de personas que a veces sonríen y no saben por qué, a ese grupo de personas que canta en la ducha. Admito que soy de las que dije “lo haré mañana”, “nunca jamás me enamoraré”, “acabo en un segundo” y jamás lo cumplí.
Quiero a ese chico, ese que aparece en mi vida de
sopetón, lo pone todo boca arriba y nos hace fugarnos a su fantasía, a vivir
mil aventuras a su lado, a estar junto a el... Quiero a ese chico que está loco
y a la vez tan cuerdo; ese hombre que con su mirada azul, me hace ver todo lo
que ha vivido y lo que le queda por ver; ese hombre que daría su vida para
protegerme cuando estoy en peligro. No quiero un príncipe azul, solo
lo quiero a el
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